martes, 20 de julio de 2010

Prefacio

..."Nos llevaron hasta una especia de jaula. Lo único que me hacía sentir feliz era que Edward y yo íbamos a estar juntos. Me senté en la cama doble de nuestra jaulita, junto a Ed. Me sentía muy mal porque nos acababan de hacer prisioneros. Pero no aguanté. Tenía que intentar salir de ahí. Me levanté y salí corriendo con mis manos enfrente, para empujar las rejas. Pero apenas había tocado las barras, cuando salí disparada hacia atrás. Caí encima de Edward, que me atrapó con agilidad.

-No te preocupes… Saldremos de aquí-dije, viendo su cara de preocupación, y lo besé intensamente.

-Lo sé… No me pueden encarcelar justamente cuando tengo toda una eternidad contigo…

Puse, prácticamente un signo de interrogación en mi cara, pero aproveché el momento. Nos seguimos besando. Noté la cara de satisfacción de Edward. Pero estaba tan agotada… Noté que en uno de los besos, me dormí. Y sentí a Edward, situándome a su lado… Pero enseguida desperté.

-Y los sueños se fueron.

No comprendí esa frase.

Me recosté en su brazo y volví a la profundidad de un sueño vacío. Era la primera vez que yo no soñaba. ¿Qué había pasado?"